Ay esas artis que nos tienen locas. O esos Lucas con el
cuello metido para adentro. ¿Cómo los arreglamos?
La causa de los cuellos de tortuga es simple. La presión que
ejerce el muelle que sujeta la cabecita con la entrepierna hace que la parte
más endeble del torso, que es el agujerito del cuello, se parta por varios
sitios.
Es decir, peta. Plof. Generalmente porque el muelle está muy
tenso, y con el paso de los años todo cede.
Después de comerme mucho el coco, probé con un Lucas lo
siguiente, por lo que necesitaremos:
- Una lija
- Pegamento loctite
- Bicarbonato
- Un mechero
- Una aguja de coser lana
- Hilo de pescar
Este pobrecito estaba muy perjudicado, así que le añadí unos
trocitos de plástico de una muñeca de desguace.
Para ello primero calenté la aguja con un mechero y fui
haciendo agujeros.
En las piezas de goma añadidas también.
Una vez hechos, enhebramos la señora aguja con hilo de
pescar y vamos cosiendo, procurando que quede e hilo bien tenso. A medida que
lo vayamos cosiendo veremos cómo automáticamente se van uniendo los rotos,
quedando de una sola pieza y levantando así la curvatura del cuello.
No os importe coser y recoser y volver a coser. Ha de quedar tenso y fuerte, como se ve en la
foto.
Una vez ha tomado forma, aplicamos loctite por toda la
superficie. Antes de que se seque lo rociamos con bicarbonato y dejamos que
repose.
No queda perfecto ni uniforme, así que le vamos a ir dando
con la lija hasta que quede una superficie lisa.
El siguiente paso es colocar la cabecita por encima, pera
ver cómo queda. Si vemos que sobresale demasiado, pues nada, lijamos más. Hasta
que quede bien encajada.
Y ya es hora de colocar los muelles. Listo.
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